Por APIM.
Oaxaca de Juárez, Oax. 06-09-2019.- El pintor y escultor mexicano Francisco Toledo falleció el día de ayer a sus 79 años de edad, en el estado que lo vio nacer y desarrollarse, Oaxaca; el maestro se caracterizó por una vida discreta y lejos de los homenajes y reflectores, vivió como uno de los artistas plásticos más reconocidos de México en la actualidad y con un marcado perfil de activista social.
Nació el 17 de julio de 1940 en Juchitán, Oaxaca, Francisco Benjamín López Toledo, quien en vida fue ampliamente reconocido por su sencillez y obras, destaca entre sus recuerdos que hace cuatro años, El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta), en coordinación con la investigadora Angélica Abelleyra, autora del libro “Se busca un alma”, presentaron un retrato biográfico del maestro Toledo, para subrayar la trascendencia de su vida y obra, aunque sin anunciar homenajes.
El pintor expresó en múltiples ocasiones que prefería mantenerse lejos de los reflectores debido a que le incomodaba ser entrevistado, aunque le gustaba sentirse querido por la gente que lo saludaba al caminar.
Toledo comenzó su proyección en el arte en 1959 en el taller de grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); en 1960 se fue becado a París y en 1965 volvió a Oaxaca, centro de su pintura, litografía, escultura, cerámica y diseño de tapicería.
A lo largo de su trayectoria, el artista vivió largas estancias en ciudades como Nueva York (Estados Unidos), Barcelona (España) y por periodos tuvo residencias en la capital mexicana, en Minatitlán (Veracruz) y en Cuernavaca (Morelos).
Toledo como todo mundo lo conocía, desprendido, espontáneo y con ese rostro adusto que aparentaba un ser frio e insensible, pero que con el trato diario se descubría jocoso y bromista en muchas ocasiones.
Buscarlo en el IAGO, era atrevido e irreverente porque quien lo buscaban para tomarle una foto no se sabía cuál sería su reacción, para después abrirse y conversar con él de manera sencilla y amena.
Deja un legado cultural que costará emular o copiar, mucho menos superar, el Instituto de Artes Gráficas, (IAGO), el Centro de las artes San Agustín, (CASA), EL Museo de arte Contemporáneo de Oaxaca, MACO, EL Pochote, que originalmente fue el cine, y después sirvió de sede para el Mercado El Pochote, y otros sitios que financió y que quedan como legado de los oaxaqueños.
La partida del Maestro Toledo ha dejado perplejos a la comunidad artística, los recuerdos que se quedan como bagaje en la memoria histórica de Oaxaca y de los oaxaqueños, sobre todo de muchos artistas.
Oaxaca, está de luto, Juchitán está de luto, y México pierde a uno de referentes de la plástica contemporánea. Descanse en paz el mayor artista que enorgulleció a Oaxaca en los últimos tiempos.
