Por Pedro Echeverría V.
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Reivindico que los jóvenes que luchamos durante meses en 1968 por justicia y libertad eran valientes, honestos que buscaban la igualdad en México, y esto es reconocido en todo el país. Reivindico también que los jóvenes que en los años setenta luchamos junto a los obreros apoyando sus huelgas y manifestaciones, éramos de los mejor de la juventud que arriesgaba su vida en batallas solidarias. En la Liga 23 de septiembre –a pesar de policías, oidores criminales que el gobierno infiltró- el 99 por ciento de sus militantes eran jóvenes idealistas y valientes. El cacique multimillonario Eugenio Garza Sada –que al parecer se trataba de secuestrar y murió en juego cruzado- era el capitán de los explotadores de Monterrey y México.
- Nosotros no pertenecimos a la guerrilla urbana, éramos una corriente espartaquista obrerista de oposición radical, pero pacífica; sin embargo, más de 40 activistas fuimos detenidos (Excélsior 7/III/73), tratados con saña, para arrancarnos confesiones. A varios nos cambiaron de centros de detención (Tlaxcoaque, Manuel González) negándonos la comunicación. Sin embargo, al no poder probar nuestro “guerrillerismo”, tuvieron que liberarnos. La realidad es que cientos de valientes jóvenes –que con los asesinatos de 1968 se les cerraban los caminos pacíficos- fueron asesinados. Por ello, cuando el historiador Pedro Salmerón habla de la valentía de los jóvenes, se lanzan contra él los multimillonarios explotadores, sus hijos y seguidores.
- En fuego cruzado fue asesinado Garza Sada, el personaje multimillonario de Monterrey; pero se olvida a los cientos de estudiantes asesinados por el ejército en Tlatelolco, a los estudiantes asesinados el 10 de junio de 1971, a los cientos de luchadores sociales de La Liga asesinados en la “guerra sucia”. ¿Saben cómo se llama? ¡Maniqueísmo! Me recuerda a los gobiernos yanquis que por reclamar o vengar a un ciudadano de EU, ordena realizar bombardeos a países y pueblos asesinando a miles. Nadie debería estar por el asesinato de alguien, sin embargo, no olvidar que a la derecha, los conservadores, los fascistas y racistas, buscan un “pueblo escogido”, seleccionado, donde los que nacieron para trabajar que trabajen y los que nacieron ricos que lo sigan siendo.